Las controversias, la "falta de respeto" cultural, las camas antisexo y la infraestructura deficiente convierten a estos Juegos Olímpicos en un fracaso sin precedentes.

Los Juegos Olímpicos de París 2024, que prometían ser un hito en sostenibilidad y celebración del deporte, han cerrado sus puertas dejando un legado de controversias y problemas que han llevado a muchos a concluir que han sido los peores Juegos Olímpicos de todos los tiempos. A medida que los atletas compitieron en un entorno que debería haber sido un símbolo de unidad y excelencia, la realidad fue que la infraestructura y la organización fallaron estrepitosamente.
Contaminación en el Río Sena

Desde el principio, la elección de utilizar el Río Sena para las competiciones de aguas abiertas fue cuestionada. La contaminación del agua puso en riesgo la salud de los atletas, como lo evidenció el caso de Claire Michel, quien fue hospitalizada tras contraer una bacteria de E-Coli. Este tipo de incidentes no solo pone en peligro a los competidores, sino que también plantea serias dudas sobre la capacidad de los organizadores para garantizar un entorno seguro. La falta de medidas adecuadas para asegurar la calidad del agua es inaceptable en un evento de esta magnitud.
Gusanos en la comida, y otras porquerías.

La oferta de comida vegana y de pescado, aunque bien intencionada, ha sido objeto de críticas por su evidente falta de valor nutricional. Los atletas requieren una dieta equilibrada, no contaminada y rica en nutrientes para rendir al máximo, y no se puede permitir que la alimentación se convierta en un obstáculo o en un sesgo hacia el veganismo. La situación se tornó aún más alarmante con informes de que algunos atletas se vieron obligados a consumir opciones horribles y poco apetitosas, como gusanos, e incluso se encontraron gusanos en la comida servida. Ya no se trata de pan horneado ni de papas fritas; es una auténtica porquería.
Esta falta de opciones adecuadas y nutritivas es inaceptable y pone en riesgo la salud de los competidores. Es fundamental que los organizadores comprendan que la alimentación de los atletas no es un tema trivial; es una cuestión de salud y rendimiento. La diversidad en la dieta es crucial, y es imperativo ofrecer alternativas que no solo sean sostenibles, sino que también satisfagan las necesidades nutricionales de todos los deportistas. Ignorar estas necesidades es un grave error que podría tener consecuencias duraderas en el bienestar de los atletas y en su desempeño en el evento. La comunidad deportiva merece un enfoque más responsable y considerado en la alimentación que se les proporciona.
Camas "Anti-Sexo"
La infraestructura de las camas antisexo ha sido uno de los aspectos más criticados de los Juegos Olímpicos de París 2024, luego de que lo implementarion en Tokio 2020. La decisión de proporcionar colchones de cartón reciclado, en lugar de opciones más cómodas y ergonómicas, ha sido vista como una falta de respeto hacia el bienestar de los atletas mundiales. Dormir en una superficie rígida no solo es incómodo, sino que también puede tener consecuencias graves para la salud. La falta de soporte adecuado para la columna vertebral puede provocar dolores y molestias, afectando la calidad del sueño y, en consecuencia, el rendimiento en las competiciones.
En un evento donde cada detalle cuenta, la elección de estas camas refleja un descuido alarmante. Los atletas necesitan un entorno que favorezca su recuperación y bienestar, y proporcionarles un lugar de descanso que no cumpla con estos estándares es inaceptable. La incomodidad de las camas de cartón no solo deshumaniza a los competidores, sino que también ignora la realidad de que los Juegos Olímpicos son un espacio donde la convivencia y las interacciones sociales son parte integral de la experiencia.
La falta de atención a la comodidad y la salud de los atletas en París 2024 es un claro indicativo de que los organizadores no han priorizado adecuadamente lo que realmente importa.
Limpieza social en cara a los olímpicos
Sigamos culpando a Jorge Macri por esto, por lo cual nos hacemos los pendejos cuando Macrón hace estas cosas. La situación de los inmigrantes y las personas indigentes en París durante los Juegos Olímpicos de 2024 ha sido alarmante y revela una profunda hipocresía en la imagen que la ciudad intenta proyectar al mundo. En un esfuerzo por presentar a París como una potencia moderna y sin miseria, el gobierno parisino ha optado por ignorar y maltratar a aquellos que más necesitan apoyo. Esta estrategia de "tapar el sol con un dedo" no solo es inaceptable, sino que también refleja una clara discriminación hacia los más vulnerables de la sociedad.
A pesar de la grandiosidad del evento, París 2024 ha fallado en proporcionar refugio y asistencia a las personas sin hogar, dejando a muchos a la intemperie en un momento en que la ciudad debería estar mostrando su mejor cara. Esta falta de atención a las necesidades de los indigentes es un grave error que contradice los valores de inclusión y solidaridad que deberían ser fundamentales en un evento de esta magnitud.
La indiferencia hacia la situación de los homeless no solo es una falta de humanidad, sino que también pone de manifiesto la desconexión entre la élite organizadora de los Juegos y la realidad de la vida cotidiana en la ciudad. Es imperativo que se tomen medidas concretas para abordar esta crisis y garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de su situación económica, sean tratados con dignidad y respeto. La comunidad internacional debe exigir que los Juegos Olímpicos no solo celebren el deporte, sino que también promuevan la justicia social y la equidad.
Ceremonia de inauguración con clasificación "C"
La ceremonia de inauguración, que se suponía debía ser un espectáculo de unidad y celebración, se transformó en un evento controvertido que dejó a muchos cuestionando el juicio de los organizadores. La irreverencia y el contenido inapropiado, dado que la ceremonia estaba clasificada como A (para todo público) y no B15 ni C (para adultos), incluyeron parodias de la Última Cena y referencias a la decapitación de María Antonieta, lo que ofendió a muchos y desdibujó el verdadero significado de los Juegos Olímpicos. La reacción fue tan contundente que patrocinadores como C-Spire y Aliexpress decidieron desvincularse, lo que refleja la gravedad de la situación.
Además, la ceremonia fue censurada en países conservadores como Afganistán, Arabia Saudita, Baréin, Bangladés, Brunéi, China, Corea del Norte, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Irán, Japón, Kuwait, Libia, Malasia, Myanmar, Nigeria, Omán, Pakistán, Rusia, Siria, Sudán del Sur, Somalia y Yemen, lo que subraya la importancia de respetar las culturas y sensibilidades de diferentes naciones. Ofender la cultura de otros no es la respuesta, y la falta de consideración por la diversidad cultural es un error que no se puede pasar por alto.
Es importante aclarar que, como parte de la comunidad trans, redacto esta crítica desde una perspectiva tolerante. Apoyo a la comunidad LGBT+, la libertad de religión (excepto el islamismo radical, que representa el fanatismo religioso) y la libre expresión. Sin embargo, provocar y ofender no son caminos válidos para la inclusión y el respeto, lo digo con conocimiento de causa.
¿Posible plagio, inspiración o casualidad?

En medio de estas controversias, la mascota de los Juegos, Phryges, ha sido objeto de críticas por su sorprendente parecido con la mascota del Quini 6 en r/argentina en Reddit, un popular programa de televisión y apuestas de La Lotería de la provincia de Santa Fe, Argentina. Ambos personajes comparten características notables: son de color rojo, tienen ojos saltones y azules, y presentan una forma de bola con piernas y brazos delgados. Aunque Phryges incorpora elementos de la bandera francesa en sus pestañas, tiene zapatos, no es esférico y no tiene nariz, a diferencia de la mascota de Quini 6, su diseño ha suscitado acusaciones de plagio, lo que plantea serias interrogantes sobre la originalidad y la creatividad de los organizadores.
¿Es este un caso de mera coincidencia o un claro ejemplo de falta de innovación? La controversia en torno a la mascota no solo refleja una falta de atención al detalle, sino que también pone de manifiesto la incapacidad de los organizadores para presentar un evento que se sienta auténtico y original. En un momento en que se espera que los Juegos Olímpicos sean un símbolo de unidad y creatividad, la elección de una mascota que evoca comparaciones tan evidentes con un producto de entretenimiento local es decepcionante.
Esta situación solo añade más leña al fuego de un evento ya plagado de problemas, y es un recordatorio de que la falta de originalidad y la superficialidad en el diseño pueden socavar la esencia misma de lo que deberían representar los Juegos Olímpicos. Los organizadores deben reflexionar sobre la importancia de la innovación y la autenticidad, y asegurarse de que cada aspecto del evento, incluida su mascota, refleje verdaderamente el espíritu olímpico.
Cambio climático y calentamiento global
La crisis climática fue un tema recurrente, y la falta de acción efectiva por parte de los patrocinadores y organizadores dejó a muchos escépticos sobre la sinceridad de sus promesas de sostenibilidad. La presencia de grandes contaminadores como Coca-Cola y Toyota como patrocinadores contradice la narrativa de un evento ecológico. La hipocresía en la promoción de un evento "verde" mientras se permite la participación de empresas que contribuyen a la crisis climática es inaceptable.
La controversia en torno a la inclusión de atletas intersexuales, como Imane Khelif de Argelia, ha generado un intenso debate en plataformas como X, Threads y Reddit, especialmente tras su victoria contra Angela Carini de Italia, quien se retiró del boxeo femenino. Esta situación ha suscitado interrogantes sobre la identidad de Khelif: ¿es trans, no binaria, o simplemente una mujer compitiendo en el boxeo femenino? La falta de categorías adecuadas para personas no binarias y transgénero resalta la urgente necesidad de una discusión más profunda sobre la equidad en el deporte. "Las trans y los no binarios en los Olímpicos necesitan SU espacio, no en los géneros tradicionales biológicos", es un llamado que resuena con fuerza en un mundo que busca la inclusión. La falta de una respuesta clara por parte del Comité Olímpico Internacional solo ha alimentado la frustración.
Además, Imane Khelif fue descalificada del Mundial 2023 debido a una prueba genética realizada por la Asociación de Boxeo Internacional, pero posteriormente fue reintegrada a las olimpiadas. Este tipo de decisiones plantea la pregunta: ¿qué es lo que realmente importa, el pasaporte o la identidad de género? ¿Y qué pasa con los atletas no binarios, no conformes y trans? La situación es una fachada que oculta la falta de un verdadero compromiso con la inclusión y la equidad en el deporte.
Burlas a los atletas
Además, la falta de respeto hacia el himno argentino, los silbidos durante su interpretación, y las burlas a la gimnasta mexicana Alexa Moreno son ejemplos de cómo la presión y el escrutinio pueden afectar a los atletas en un escenario tan grande.
Medallas fake, que luego se terminan deteriorando con el tiempo.

En un episodio que subraya aún más la falta de atención a los detalles, el skater estadounidense Nyjah Huston, medallista de bronce, ha expuesto públicamente el deplorable estado de su presea, que comenzó a oxidarse a tan solo una semana de haberla recibido. Huston, indignado, grabó un video en el que muestra cómo su medalla, que debería ser un símbolo de logro y orgullo, se ha deteriorado de manera alarmante. “Aparentemente no son de tan alta calidad como uno podría pensar”, enfatizó, reflejando la decepción que siente al ver que un símbolo de su arduo trabajo se convierte en un objeto de burla. La respuesta de París 2024, que admitió estar al tanto del problema y prometió evaluar la situación, parece más un intento de contener el daño a la imagen del evento que un compromiso genuino con la calidad.
A diferencia de Tokio 2020, donde las circunstancias pandémicas limitaron la experiencia, París 2024 tuvo la oportunidad de aprender de esos errores, pero falló estrepitosamente. La falta de atención a los detalles, la infraestructura deficiente y la incapacidad para manejar las controversias culturales han llevado a que estos Juegos sean considerados los peores de todos los tiempos. La desilusión es palpable, y la comunidad deportiva merece algo mejor.
En resumen, París 2024 se cierra con una serie de desafíos que han eclipsado el espíritu olímpico. La infraestructura deficiente, la falta de atención a la salud de los atletas y las controversias culturales han dejado una marca negativa en lo que debería ser una celebración del deporte. Si los organizadores no abordan estos problemas de manera efectiva, es posible que estos Juegos sean recordados no solo como una continuación de los problemas de Tokio 2020, sino como un punto bajo en la historia de los Juegos Olímpicos.
La reflexión es clara: para que el espíritu olímpico perdure, es fundamental que se priorice el bienestar de los atletas, la sostenibilidad y la inclusión. Sin estas bases, no habrá un futuro brillante para los Juegos Olímpicos. La comunidad deportiva y los organizadores deben unirse para garantizar que el legado de los Juegos sea uno de unidad, respeto y excelencia, no de controversia y desilusión.
Bon Ridley, BD Noticias, Buenos Aires, Argentina.
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